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jueves, 8 de abril de 2010

Invasión a Polonia

Antecedentes

Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, Alemania es forzada a renunciar a cualquier tipo de pretensión sobre territorios polacos, si bien desde el artículo 87 al 104 del Tratado de Versalles se establecen excepciones sobre los territorios de Danzig (que queda como Ciudad Libre amparada por la Sociedad de Naciones), Memel y Prusia Oriental (pendiente de un plebiscito sobre su adhesión a Alemania o a Polonia).

Tras el abandono de la Conferencia de Desarme y la Sociedad de Naciones, el siguiente paso de la política exterior de Adolf Hitler fue la firma de un pacto de no agresión entre Polonia y Alemania, que tiene lugar en 1934. Se trata de una maniobra política que debilita las relaciones francopolacas a favor de los intereses alemanes.

El 5 de noviembre de 1937 tiene lugar una reunión de Hitler con su Ministro de Exteriores (von Neurath), su Ministro de Guerra (Werner von Blomberg) y los principales jefes militares. En ella, Hitler establece las líneas a seguir en la política exterior alemana destinadas a asegurar el espacio vital (Lebensraum) necesario para la supervivencia alemana. En dicha reunión, Hitler insta a la resolución del problema de las poblaciones germanas fuera del territorio alemán, declarando a Austria y Checoslovaquia como objetivos inmediatos.

En marzo de 1938, Alemania recupera Memel (cedida por el Gobierno lituano) y se anexiona Austria. Hitler fija su atención en Checoslovaquia y consigue parte de su territorio merced al Pacto de Munich en septiembre. Se produce el desmembramiento de Checoslovaquia. Gran Bretaña y Francia anuncian su intención de socorrer a Polonia en el caso de que sea invadida por Alemania.
El 24 de noviembre de 1938, el Jefe del Alto Mando Alemán Wilhelm Keitel, añade un apéndice a una orden anterior de Hitler sobre la reconstrucción de la Kriegsmarine .

El líder, conocido en Alemania como el Führer, ha ordenado que además de las tres eventualidades mencionadas en la directiva anterior, se ha de hacer también preparativos para la ocupación por sorpresa por tropas alemanas del Estado Libre de Danzig.

Para dicha preparación se han de tener en cuenta que el principal objetivo es la captura inmediata de Danzig aprovechando una situación política favorable, y no una guerra con Polonia. Las tropas que se usen para esto no deben para hacerse con la región de Memel.

En marzo de 1939, los ejércitos alemanes ocupan toda Checoslovaquia, Bohemia y Moravia. Polonia se encuentra rodeada de territorios hostiles. Sin embargo, en abril el Gobierno nazi sigue oficialmente buscando una paz negociada con Polonia. Las actas del proceso de Nüremberg muestran que en secreto, los planes para la invasión del país vecino están ultimándose. Así, el 3 de abril, el Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas emite la Directiva para las Fuerzas Armadas 1939/40. En este documento se lee la orden de Hitler: “Se han de hacer los preparativos de tal forma que se pueda llevar a cabo la operación (Fall Weiss) a partir del 1 de septiembre de 1939”. El 11 de abril, Hitler firma una nueva orden dirigida a los Estados Mayores en la que se mencionan los preparativos que se han de hacer [...] para llevar a cabo la guerra. Objetivos: defender las fronteras alemanas, Fall Weiss y la anexión de Danzig. El 28 de abril, Hitler amenaza con la restitución de Danzig. Además exige de la construcción de una carretera y una línea de ferrocarril extraterritoriales que la uniesen con el territorio alemán. El gobierno polaco acepta la construcción de la carretera, pero no el ferrocarril ni la cesión de Danzig. La tensión diplomática aumenta.

El 23 de mayo Hitler manifiesta su deseo de atacar Polonia en cuanto sea posible, ordenando que se remitan los planes Fall Weiss al Estado Mayor no más tarde del 1 de mayo.

En la misma reunión, Hitler ordena que los planes de invasión sean secretos incluso para sus aliados italianos y japoneses. El 15 de junio, el Estado Mayor alemán tiene listo el plan de invasión.

Se programan para el mes siguiente unas maniobras de verano para concentrar tropas en la frontera polaca sin levantar sospechas, mientras que algunas unidades se envían a Prusia Oriental con la excusa de preparar el 25º aniversario de la Batalla de Tanneberg .

El 23 de agosto se firma el Pacto de No Agresión germano soviético. Este acuerdo es recibido con hostilidad por parte de Francia y Gran Bretaña. Ésta última firma a su vez el Pacto de Ayuda Mutua con Polonia el 25 de agosto para el caso en el que cualquiera de los dos países sufriera una agresión.

Hitler, que había dado órdenes para que Polonia fuese atacada el 26 de agosto, encajó mal la respuesta británica. La contraorden del ataque llegó tarde para algunas unidades, que ya había entablado combate con los polacos. Goebbels, ministro de propaganda del gobierno de Hitler, difundió la versión de unas escaramuzas fronterizas en Gleiwitz de las que responsabilizó a Polonia.

El 31 de agosto Hitler firma la Directiva de Guerra nº 1 en la que se detallan las órdenes de ataque contra Polonia, así como la fecha y hora previstas del ataque. Las órdenes se entregan en mano a sus destinatarios, que las reciben con doce horas de antelación al ataque.

Fuerzas polacas

Los polacos contaban con 38 Divisiones de infantería a pie, 11 Brigadas de Caballería, dos Brigadas Motorizadas y el cuerpo de fronteras. En total sólo tenían 600 carros acorazados. Estas fuerzas debían enfrentarse a 3200 carros de combate alemanes. La fuerza aérea polaca contaba con 842 aviones anticuados y debían oponerse a 3234 de la moderna Luftwaffe.

Fuerzas alemanas

Los ejércitos alemanes no tenían experiencia en combate, pero en ese momento sí era el ejército mejor entrenado del mundo y sus tácticas militares, que eran un secreto celosamente guardado, estaban por ponerse en práctica contra el ejército polaco, que no pasaba de ser una fuerza medieval, pues su columna vertebral era la caballería armada básicamente con armas blancas y fusiles. Guderian (militar alemán) tendría la oportunidad de demostrar, que el ataque coordinado por radio de las fuerzas acorazadas, apoyadas por la aviación y los paracaidistas, sería imparable.


Invasión de Polonia

Operación Fall Weiss, detonante de la II Guerra Mundial.


Plan de Ataque

El Plan alemán para invadir Polonia era simple. El grupo de Ejércitos Sur, compuesto de los ejércitos 8, 10 y 14 atacarían a los ejércitos polacos, Cracovia en el Vístula, Lodz ubicado entre esa localidad y la frontera alemana y el Ejército Poznam. Por su parte el Ejército 4 atacaría al Ejército de Pomerania en los alrededores de la ciudad de Bromberg al sur de Danzig. El Ejército 3 atacaría desde la Prusia Oriental a los ejércitos de Pomerania y al de Modlin. La operación era un movimiento de doble tenaza que se cerraría alrededor de Varsovia y fue llamada Operación Weiss.

Se basaba en cuatro consideraciones:

• La desfavorable situación militar y geográfica de Polonia: el país se prestaba a una maniobra de cerco llevada acabo por fuerzas que se movieran rápidamente (unidades Panzer), procedentes del Norte y del Sur.

• La decisión del Mando alemán de exponerse a graves riesgos en Occidente a fin de asegurarse una gran superioridad en Oriente y conseguir de tal modo una rápida victoria militar antes de que los Aliados pudieran intervenir en ayuda de Polonia.

• La confianza del Mando alemán en las nuevas unidades acorazadas y el resto de unidades móviles (infantería y artillería motorizadas), sin cuyo empleo no se hubiera podido pensar en una superioridad local y en una rápida conclusión de los combates.

• La amenaza de un ataque ruso por el Este a que Polonia estaba expuesta.

La meteorología había sido minuciosamente estudiada por los atacantes, quienes decidieron avanzar sobre Polonia en el mes de septiembre, antes de la estación lluviosa para que no se complicara la “cabalgada” de los tanques.

Con la ayuda de una red de espías, tropas aerotransportadas y una quinta columna bien organizada, las divisiones Panzer seguidas por una infantería motorizada y con los aviones de la Luftwaffe (arma aérea) que barrían el suelo polaco desde el cielo, avanzaban rápidamente en territorio enemigo sin dar siquiera tiempo a una movilización de fuerzas del ejército polaco.

Y sin previa declaración de guerra, el Viernes 1 de septiembre de 1939, a las 4.45 hs, la Wehrmacht (fuerza armada alemana) puso en práctica la estrategia de la blitzkrieg, o “guerra relámpago”, que tenía como objetivo invadir Polonia.

El despliegue contra Polonia reveló que se habían registrado mejoras importantes en el adiestramiento y la preparación desde la ocupación de Checoslovaquia en marzo de ese año.

A las 6,00 horas aviones alemanes bombardean Varsovia, Cracovia, Poznan, Lodz, Katowice, Tomaszow, Plock, Grudziadz, Radom, Lvov, Grodno, Brest y Tererspol. Las hostilidades entre Alemania y Polonia, cantadas hace tiempo, han comenzado. Y con ellas, lo que todavía sólo es, para lo alemanes, una "expedición de castigo", y que pronto será la Segunda Guerra Mundial.


Por su parte el mando polaco basaba su estrategia en una batalla de tipo defensivo a fin de dar a los Aliados tiempo para iniciar operaciones en el Occidente, con lo que no se contaba era la extrema movilidad y superioridad en el ataque, que daria a la Whermacht el uso de unidades mecanizadas.

Defensa de Polonia

Podía seguir dos estrategias. La primera consistía en defender los 1.800 km de frontera, protegiendo así las industrias, comunicaciones y grandes centros de población. Ésta solución dejaba a los ejércitos en una situación delicada: podían ser rodeados con facilidad. La segunda estrategia sería resistir empleando el curso de los grandes ríos, como les recomendó el generalísimo francés Gamelin . La desventaja de ésta defensa era que los polacos perderían la mayor parte de sus zonas industriales y algunos grandes núcleos de población.

Para la guerra en el mar se había trazado el plan Worek (Saco) que tenía por objeto impedir el desembarco en el litoral polaco. En colaboración con los ingleses, la Operación Pekín suponía que las unidades de superficie polacas se refugiarían en puertos británicos ante la superioridad alemana.

Pero, las tropas se hallaban preparadas no para la defensa sino para el ataque.

Ante este hecho, que significaba la invasión nazi a uno de los países no alemanes de Europa oriental, las potencias aliadas de Polonia —Gran Bretaña y Francia— tuvieron que responder de manera inmediata a la agresión de Hitler y, al día siguiente de la entrada de las tropas alemanas en suelo polaco (2 de septiembre de 1939), emitieron la declaración de guerra que el Führer parecía estar buscando. Se había iniciado la Segunda Guerra Mundial.

Batallas de la invasión de Polonia

• Batalla de Mlawaerania (1-2 Septiembre). El ejército polaco intenta retrasar el avance alemán, retirándose para formar una línea defensiva.

• Toma de la Westernplatte (1-7 de Septiembre). La primera guarnición atacada por los alemanes resiste 7 días.

• Batalla de Bzura (7-20 de Septiembre). Contraataque sorpresa del Ejército polaco por parte de los Ejércitos de Pomorze y Poznan que hacen retroceder a los alemanes. La mayor movilidad de las tropas alemanas (18 divisiones) y la falta de suministros hace que los polacos no puedan aprovechar el contraataque.

• Batalla de Tomaszow Lubelski (18 de Septiembre). Batalla de carros entre 80 tanques polacos y alemanes.

• 1ª Batalla de Varsovia (9-24 de Septiembre). Primer intento de la toma de Varsovia, rechazado.

• Invasión soviética (19-23 de Septiembre). Aprovechando que los polacos les creen neutrales, los rusos entran en Polonia. La toma de Wilno (18 Septiembre), Grodno y Lwow (22 de Septiembre) se consiguen tras duros combates.

• 2ª Batalla de Varsovia (25-28 de Septiembre). Bombardeo aeroterrestre de Varsovia. La ciudad se entrega por falta de suministros.

• Toma de la fortaleza de Modlin (25-29 de Septiembre). La pérdida de Varsovia hace insostenible la posición.

• Batalla de Koc (2-6 de Octubre). Última batalla de la guerra. El General Franciszek Kleeberg reagrupa a las últimas unidades polacas.

El comienzo del fin

El día 9 de Setiembre son embolsadas las fuerzas polacas en Radom, siete divisiones polacas son destruidas y se capturan 60.000 prisioneros más cerca de 150 cañones polacos. El Alto Mando Alemán se traslada a suelo polaco estableciendo su Cuartel General en Lublinitz.

Ocho días después los restos del ejército polaco se hallaban rodeados, nueve divisiones polacas y los restos de otras 10, más tres brigadas de caballería. El cerco estaba cerrado y el ejército polaco se encontraba prácticamente sin dirección pues Edward Rydzz-Smigly, Mariscal de Polonia, escapaba hacia Rumania.

La Unión soviética tenía pactos de amistad con Alemania y Polonia, pero ni los alemanes ni los polacos confiaban en ellos. Polonia se encontraba virtualmente rodeada de enemigos, con Alemania por el oeste, Eslovaquia por el sur y los soviéticos por el este. Las fuerzas armadas alemanas esperaban alguna reacción por parte de los rusos, pero no estaban seguros si esa reacción sería en apoyo de Polonia. El día 17 de Setiembre de 1939, el agregado militar alemán en Moscú toma el teléfono y se comunica con el jefe de Ejércitos Este a quien le comunica que los rusos se están movilizando. Los militares no estaban enterados de las cláusulas secretas que Hitler y Stalin habían firmado el 23 de Agosto pasado.

Comienza la repartición

A las 4 de la mañana del 17/09, se confirma el ataque ruso. Stalin anuncia que el estado polaco ha dejado de existir y por tanto no se siente obligado por el pacto de no agresión firmado con Polonia.

Por otra parte, sentía la obligación de brindar protección a los rusos blancos y ukranianos que vivían en el territorio polaco. Las fuerzas polacas en el este, eran simples fuerzas de control fronterizo y nada podían hacer ante el ataque del Ejército Rojo. Ese mismo día el gobierno huía a Rumania. Al día siguiente, 170.000 soldados polacos marchaban al cautiverio.



Cae Varsovia

El último escollo para Alemania era la captura de Varsovia, defendida por un cinturón de fortificaciones. Los polacos no aceptaban ninguna posibilidad de rendición. Los 120.000 hombres que defendían la capital, estaban decididos a morir por ella. Sólo se permitió abandonar la ciudad a extranjeros y diplomáticos. Las fuerzas alemanas debían actuar rápido, para que a más tardar el 30 de Setiembre la ciudad estuviera en manos alemanas.

Para el día 24 se habían capturado varias fortificaciones, mientras se bombardeaba la ciudad. Para el 28, las fuerzas polacas llegaban a su límite y se empezaron a ver banderas blancas. Ese día se firmó el acta de capitulación. Los oficiales polacos podían conservar sus sables en reconocimiento a su valor y los soldados polacos quedarían en libertad una vez estabilizados el país. Los bolsones en el norte, rendían su fuerza de 90.000 hombres. Había terminado la guerra.

Las bajas

Alemania sufrió 10.572 bajas, 30.222 heridos y 3.304 desaparecidos en acción. Fue imposible cuantificar el número de muertos polacos.

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